martes, 4 de marzo de 2014

Lost in Translation





We'll be posting your translations along the week.

 NUMBER 1 Isidro

 Bob Marks era un hombre amable – de buen corazón, a veces con imaginación. Después de que yo lo hubiera criticado de aquella manera, dijo: “No tienes por qué ser tan dura con nosotros”. En seguida, dijo: ¿Era este tu cuarto cuando eras niña? Él pensó que era porque la mención de las andanzas sexuales me había disgustado. Y yo pensé que sería justo también dejarle creer eso. Le dije: “Sí, sí, este era mi cuarto cuando era niña. Fue sólo también para discurrir rápidamente. Los momentos de amabilidad y reconciliación valen la pena, incluso aunque la separación tenga que llegar más pronto o más tarde. Me pregunto si esos momentos no son más valorados y deliberadamente buscados en los rollos que determinada gente como yo misma tenemos hoy en día, de lo que lo eran en esos viejos matrimonios, en los que el amor y los resentimientos podían estar creciendo soterradamente tan confundidos y pertinaces que debe haber parecido que ellos los tenían constantemente.

 *In my view, this first paragraph is the end of a story and it is written by a woman. 

Supongo que este es un relato acerca del fracaso de la inteligencia: el matrimonio de los Rawlings estaba basado en la inteligencia. Cuando se casaron, ellos eran mayores que la mayoría de sus amigos casados: ya bien entrada y experimentada la veintena. Ambos habían tenido numerosas relaciones amorosas, más bien agradables que amargas; y cuando se enamoraron – porque ellos se enamoraron – se habían conocido el uno al otro durante algún tiempo. Bromeaban acerca de que se habían reservado los dos para el amor verdadero. Acerca de que habían esperado tanto tiempo (pero no demasiado tiempo) porque aquel amor verdadero era para ellos la prueba de su buen juicio. Una buena cantidad de sus amigos se habían casado jóvenes y ahora (creían ellos) probablemente lamentaban las oportunidades perdidas; mientras que otros, todavía solteros, les parecían poco interesantes, inseguros y propensos a llevar a cabo bodas desesperadas o románticas.

 *I think that this second paragraph is the beginning of a story and that it is written by a woman 


 NUMBER 2  Sonia

Bob Marks era un hombre decente, de buen corazón, a veces con imaginación. Después de que yo había arremetido contra él de esa manera, dijo: “no es necesario ser así conmigo”. En un momento dijo:”¿era ésta tu habitación cuando eras una niña?. Él pensó que por la mención de las travesuras sexuales me había trastornado. Y yo pensé que estaría bien dejarlo pensar así. Yo dije, sí, sí, ésa era mi habitación cuando yo era pequeña. Estaba bien para compensar de inmediato. Momentos de bondad y reconciliación valen la pena tener, incluso si la separación tiene que llegar tarde o temprano. Me pregunto si esos momentos no son más valorados y deliberadamente desaparecidos después, en las configuraciones de algunas personas como yo. Tienen en la actualidad, lo que eran en los viejos matrimonios, donde amor y rencor podrían estar creciendo subterráneos, tan confusa y obstinada, debe parecer que lo tenían para siempre.

 *This text was probably written by a woman and it should be the beginning of the story

Ésta es la historia, supongo, acerca de un fallo en la inteligencia. El matrimonio Rawlingses se basa en la inteligencia. Cuando se casaron, eran mayores que la mayoría de sus amigos casados: en sus treinta años bien condimentados. Ambos habían tenido una serie de asuntos dulces y cuando se enamoraron se conocieron durante algún tiempo. Bromearon que se habían salvado de lo real el uno al otro. Que habían esperado tanto tiempo (pero no demasiado) para esta cosa real, que para ellos era una prueba de discriminación sensata. Una buena parte de sus amigos se habían casado jóvenes y ahora probablemente lamentan las oportunidades perdidas. Mientras otros, aún solteros, les parecía árida, dubitativa o improbable hacer matrimonios desesperados o románticos

.*  This text was probably written by a man and it should be the end of the story 


 NUMBER 3  Jonathan

Bob Marks era un hombre decente- de buen corazón, algunas veces con imaginación. Tras haber arremetido contra él de aquella manera, me dijo: “No tienes por qué ser tan dura con nosotros “. Y al momento dijo: “¿Ésta era tu habitación cuando eras una niña?”. Pensó que lo era, pues la mención de las travesuras sexuales me había molestado. Y pensé que sería mejor que lo pensara. Así que le dije que sí, que era mi habitación cuando era una niña. Estaba bien para hacerlo en el momento. Vale la pena tener momentos de ternura y reconciliación, incluso si la separación tiene que llegar tarde o temprano. Me pregunto si esos momentos no son más valorados, y después las condiciones de algunas personas deliberadamente, como yo ahora, y de lo que eran los viejos matrimonios, donde el amor y el rencor podrían estar creciendo bajo tierra, de forma tan confusa y obstinada, que parecía que se tenían para siempre.

 *ENDING Woman 

Supongo que esta historia es un fallo de la inteligencia: pues el matrimonio Rawlings se basa en ella. Eran mayores que la mayoría de sus amigos al casarse: en sus 30 años bien llevados. Ambos habían tenido un buen número de aventuras, dulces y no amargas; y cuando se enamoraron-porque estuvieron enamorados- se llegaron a conocer bien el uno al otro durante un tiempo. Bromeaban con que se salvaron mutuamente gracias al verdadero amor. Habían esperado mucho tiempo (pero no demasiado) para que el verdadero amor fuese una prueba de sensata discriminación. Una buena parte de sus amigos se habían casado jóvenes, y ahora probablemente sentían las oportunidades perdidas; mientras otros, todavía solteros, les parecían secos, dubitativos, y probablemente desesperados o casados románticamente.

 *BEGINNING Woman 



 NUMBER 4  Cristina

Bob Marks era un hombre decente- buena persona, algunas veces imaginativo. Después de que yo le reprendiera así, dijo: “No hace falta que seas tan dura con nosotros” y volvió a decir: “¿Era ésta tu habitación cuando eras pequeña?” Pensó que así era porque el comentario sobre actividades deshonestas me irritó. Y pensé que sería apropiado que le dejara pensar eso. Dije sí, sí era mi habitación cuando era una niña. Aunque también estaría bien aclararlo ahora mismo. Momentos de ternura y de reconciliación merecen la pena tener, aunque la separación tendría que llegar más pronto o más tarde. Me pregunto si esos momentos no son más valiosos, e intencionadamente van después, en el organigrama de algunas personas como yo tengo ahora, que los que eran en aquellos viejos matrimonios, donde el amor y los resentimientos podían estar creciendo por dentro, tan confundidos y testarudos, que habían parecido permanecer para siempre.

 *WOMAN End

Ésta es una historia, supongo, sobre la falta de inteligencia: el matrimonio de los Rawlingses estaba basado en la inteligencia. Eran más mayores cuando se casaron que la mayoría de los amigos casados: en los bien experimentados treinta y tantos. Ambos habían tenido numerosas relaciones, dulces más que amargas, y cuando se enamoraron- porque sí que se enamoraron- ya habían estado un tiempo conociéndose. Bromeaban de que se habían salvado el uno al otro “de lo gordo”. Que habían esperado mucho (pero no demasiado) para esta realidad, era para ellos una prueba de sus sensatos juicios. Gran cantidad de amigos se habían casado jóvenes, y ahora (sentían) probablemente que perdieron oportunidades; mientras otros, aún solteros, les parecen aburridos, inseguros, y a punto de llevar a cabo desesperados o románticos matrimonios. 

 *WOMAN Beginning


NUMBER 5  Miriam

Bob Marks era un hombre con gran corazón, a veces con imaginación. Después de soltarle aquello, él contestó: “No es necesario que te pongas así”. Al segundo. Dijo: “¿Era ésta tu habitación de pequeña?  Pensaba que me había molestado que mencionara lo de las orgías.
Y yo pensé que me daba igual que siguiese creyéndolo. Contesté que sí, sí, era mi habitación de pequeña. Era mejor hacer las paces ya. Vale la pena esos momentos de dulzura  y reconciliación, aun cuando hayan de producirse tarde o temprano. Me pregunto si esos momentos no se valoran más., y se buscan, en las situaciones en las que algunas personas como yo ahora, que están en viejos matrimonios donde el amor y el rencor podrían crecer  escondidos, tan confusos y rotundos que debía parecer que estaban siempre allí.

*THE ENDING OF A STORY

Ésta es una historia, supongo, acerca de un fallo en inteligencia: el matrimonio de los Rawlingses estaba basado en la inteligencia.
Eran más viejos que la mayoría de sus amigos casados cuando ellos contrajeron matrimonio: en sus treinta años bien llevados. Ambos habían tenido una serie de asuntos, dulces más que amargos, y cuando ellos se enamoraron- para enamorarse- se habían conocido el uno al otro durante algún tiempo. Bromeaban que habían ahorrado “algo real. Ellos habían esperado tanto tiempo (pero no demasiado) por esa cosa real porque para ellos era una prueba de su sensatez. Buena parte de sus amigos se habían casado jóvenes, y ahora, (sentían) lamentaban las oportunidades perdidas; mientras otros, todavía solteros, les parecían secos, dubitativos y probablemente formarán matrimonios desesperados o románticos.

*THE BEGINNING OF A STORY

*Both of them might have been written by women because they express their feelings in words better than men.



NUMBER 6   Ana Isabel


1st paragraph

Bob Marks era un hombre decente, con buen corazón y a veces con imaginación. Después de haber arremetido contra él de esa manera, dijo:
-No tienes por qué ser tan dura con nosotros
Al momento, preguntó:
-¿Era esta tu habitación cuando eras niña?
El pensó que la mención de las travesuras sexuales fue el motivo que me había trastornado. Y yo pensé que estaría bien dejarle pensar eso. Le contesté:
-Sí, sí, esta era mi habitación cuando era una niña.
Era sólo para hacer las paces inmediatamente. Momentos de amabilidad y reconciliación vale la pena tener, incluso si la ruptura tiene que venir tarde o temprano. Me pregunto si aquellos momentos no son más valorados, y deliberadamente perseguidos, en los planes que algunas personas como yo tienen ahora, que estaban en aquellos viejos matrimonios, donde el amor y el rencor crecen bajo tierra, tan confusos e inquebrantables que parece que los hubiesen tenido siempre.

*Ending of a story. Written by a woman

 2nd paragraph

Esta es una historia, supongo, sobre un fracaso en la inteligencia: el matrimonio de los Rawlingse se basaba en la inteligencia.

Ellos eran más mayores que la mayor parte de sus amigos casados cuando decidieron casarse: cerca de los treinta años. Los dos habían tenido algunas aventuras, más bien dulces; y cuando ellos se enamoraron- porque ellos se enamoran- se habían conocido ya desde hace algún tiempo. Ambos bromeaban sobre que se habían salvado el uno al otro para lo realmente importante. Que ellos habían esperado tanto tiempo (pero no demasiado) era para ellos una prueba de su buen criterio. Una buena parte de sus amigos se habían casado jóvenes y ahora ellos probablemente se sentían arrepentidos de las oportunidades perdidas; mientras que otros, aún solteros, les parecían áridos, dubitativos y propensos a matrimonios desesperados o románticos.

*Beginning of a story. Written by a woman

 NUMBER 7  Verónica

Bob Marks era un hombre decente – de buen corazón, a veces con imaginación. Después de haber arremetido contra él de esa manera, él dijo “No necesitas ser tan dura con nosotros.” Al momento, él dijo “¿Era ésta tu habitación cuando eras una niña? El pensó que era debido a que la mención de sus aventuras sexuales me había  molestado.
Y  yo pensé que sería  bueno que lo pensara. Le afirme que aquella era mi habitación cuando era una niña. Era sólo una forma que hacer las paces. Los momentos de bondad y reconciliación merecen la pena, incluso si la separación tiene que llegar tarde o temprano.  Me pregunto si esos momentos no son más valorados, y deliberadamente buscados, en las formas de vida que algunas personas como yo tienen ahora, de lo que eran los viejos matrimonios, donde el amor y el rencor podrían estar creciendo bajo tierra, de forma confusa y obstinada, que deben haber sentido como si lo tuvieran siempre.

-        * I get the impression this paragraph is the ending of a story due to the fact that the woman makes references to previous events.
-         I think it must have been written by a woman because  in the text mentioned “when she was a girl”


Ésta es una historia, supongo, sobre un fallo en la inteligencia: el matrimonio los Rawlingses se basa en la inteligencia.
Eran más mayores cuando se casaron que la mayoría de sus amigos casados: en sus treinta bien llevados. Ambos habían tenido una serie de affaires, dulces más que amargos, y cuando se enamoraron - porque ellos se enamoran - se conocían desde hacía  algún tiempo. Ellos bromearon que habían salvaguardado entre si un matrimonio exitoso. Que ellos habían esperado tanto tiempo (pero no demasiado) porque este matrimonio exitoso  era para ellos una prueba de su discriminación sensata. Una buena parte de sus amigos se habían casado jóvenes, y ahora (se sienten) probablemente lamentándose por las oportunidades perdidas, mientras que otros, aún solteros, les parecían áridos, dubitativos, y es probable que hagan un desesperado o un romántico matrimonio.

-         *It´s obvious that this paragraph is the beginning a story, as it´s the introduction describing the set up of the story.
-       I think it might have been written by a man as it´s talking about marriage, but not in a very romantic style, however it could be written by a woman who isn´t married.

  NUMBER 8  Rosa

     THE RAWLINGSES


      Supongo que esta es la historia de un fracaso de la inteligencia: el matrimonio de los Rawlingses estaba basado en la inteligencia.


     Cuando se casaron eran mayores que la mayoría de sus amigos casados: estaban en los veintimuchos. Ambos habían tenido varias historias, más dulces que amargas, y cuando se enamoraron (porque se enamoraron) hacía tiempo que se conocían. Decían de broma que se habían reservado para el “amor verdadero”. Que hubiesen esperado tanto (pero no demasiado) para esa persona adecuada era para ellos una prueba de su sensatez y buen juicio. Buena parte de sus amigos se habían casado jóvenes, y probablemente ahora se arrepentían de las oportunidades perdidas, pensaban ellos; mientras otros, todavía solteros, les parecían secos, inseguros y abocados a desesperados o románticos matrimonios.

            BOB MARKS

     Bob Marks era un hombre decente, de buen corazón, a veces con imaginación. Después de que hubiese arremetido contra él de aquella manera dijo “no es necesario que seas tan dura con nosotros”. Un momento después dijo “¿Ésta era tu habitación cuando eras pequeña?”. Pensó que ese era el motivo por el que la mención de las travesuras sexuales había molestado

     Y yo pensé que estaría bien dejarle pensarlo. Y dije, sí, sí, era mi habitación cuando era pequeña. Estaba bien arreglarlo rápidamente. Los momentos de amabilidad y reconciliación siempre valen la pena, incluso si el adiós tiene que llegar tarde o temprano. Me pregunto si esos momentos no son más valorados y deliberadamente buscados en las historias que gente como yo tiene hoy en día, que en esos viejos matrimonios donde el amor y el rencor podrían estar creciendo soterradamente, tan entremezclados y pertinaces que parece que han estado ahí siempre.


        NUMBER 9  Laura


     Ésta es una historia, supongo, sobre un fracaso de la inteligencia: el matrimonio Rawlingses se basaba en la inteligencia.
     Se casaron más tarde que la mayoría de sus amigos: a punto de dejar la veintena. Ambos habían tenido un cierto número de affairs, más dulces que amargos; y cuando se enamoraron- porque ellos se enamoraron- ya se conocían desde hacía algún tiempo. Bromeaban diciendo que se habían reservado para el amor auténtico. Que habían esperado tanto (pero no demasiado) porque este amor era para ellos una prueba de su sensato discernimiento. Muchos de sus amigos se habían casado jóvenes, y ahora (sentían ellos) probablemente lamentaban la pérdida de oportunidades; otros en cambio, todavía sin casar, les parecían áridos, inseguros y propensos a matrimonios desesperados o románticos.

     *The beginning of a story

     Bob Marks era un hombre decente, de buen corazón, a veces imaginativo. Después de que yo le hubiese agredido verbalmente de esa forma, dijo:”No necesitas ser tan dura con nosotros”. En cierto momento comentó: ¿Ésta era tu habitación cuando eras una niña?
      Creyó que me había molestado con la mención de las travesuras sexuales.
     Y entonces pensé que estaría tan bien dejarle pensar eso. Le dije que sí, sí, ésta era mi habitación cuando era una niña. Sería tan bueno arreglarlo todo inmediatamente. Los momentos de cariño y reconciliación merecen la pena, incluso cuando la separación va a llegar antes o después. Me pregunto si estos momentos no son más valorados, y deliberadamente perseguidos, por las personas que encuentran en trampas como en la que estoy yo ahora, cuando se ven en estos viejos matrimonios, donde el amor y los rencores crecen en sus entrañas, tan confusos y pesados que parecería que siempre hubieren estado ahí.

*   *Ending of a story

     *Written by a woman 

        NUMBER 10 Pablo

     Ésta es una historia, supongo, sobre un fracaso de la inteligencia: el matrimonio de los Rawlingses estaba basado en la inteligencia.
    Ellos eran mayores que la mayoría de sus amigos cuando se casaron en sus bien llevados últimos veinte. Ambos habían tenido un buen numero de relaciones, dulces más que amargas, y cuando ellos se enamoraron (porque ellos se enamoraron) se conocían ya desde hacía algún tiempo. Ellos bromearon sobre que se habían reservado para lo verdaderamente real y que ellos hubieran  esperado mucho tiempo (pero no demasiado) para esta cosa real, era para ellos una prueba de su discriminación inteligente. Una buena parte de sus amigos se habían casado jóvenes y ahora ellos se sentían probablemente arrepentidos de haber perdido oportunidades; mientras otros, todavía solteros, les parecían áridos, dubitativos y probablemente desesperados por lograr románticos matrimonios.


      *I believe that it might have been written by a man and it may be the beginning of a story

   
     Bob Marks era un hombre decente, de buen corazón y a veces con imaginación. Después de que hubiera arremetido contra él de esa manera dijo “no tienes que ser tan duro con nosotros”. En un momento el dijo “¿era esta tu habitación cuando eras pequeña?”. El pensaba que era porque la mención de las travesuras sexuales me habían trastornado.
     Pensaba que sería justo también dejarle pensar eso. Dije si, si, era mi habitación cuando era pequeña. Era la mejor manera de inventar inmediatamente. Momentos de amabilidad y reconciliación vale la pena tener, incluso si la separación tiene que llegar antes o después. Me pregunto si esos momentos son suficientemente valorados cuando ya se han ido en las situaciones que otras personas tienen como yo ahora, viejos matrimonios donde el amor y el rencor pueden estar creciendo por debajo, tan confusa y obstinada que debe de haber parecido que lo tenían siempre.


     * I believe that it might have been written by a woman and it may be the ending of a story
    
     NUMBER 11 Aida

 Bob Marks era un hombre decente- de buen corazón, a veces tenías que imaginártelo. Después de haberme comportado de esa forma insolente con él, él me dijo: “No tienes que ser tan dura con nosotros”. Al momento añadió: “Ésta era tu habitación de niña?. Pensé que la mención de las travesuras sexuales era la razón por la cual yo me sentía molesta.
      Y pensé que sería bueno dejarle pensar eso. Respondí sí, sí , era mi habitación cuando era pequeña. Era suficientemente bueno como para salir del paso. Momentos de amabilidad y reconciliación vale la pena tenerlos, incluso sabiendo que tarde o temprano, la separación va a llegar.
     Me pregunto si esos momentos no son más valorados, y deliberadamente desaparecen después, en la organización de las vidas de algunas personas, como yo misma ahora, como las que había en estos antiguos matrimonios, donde amor y resentimiento podían estar echando raíces, así que de forma confusa y tozuda, debía parecer que se tenían para siempre. 

      *I think it could be written by a woman an it must be the ending of the story .

     Ésta es una historia, supongo, sobre un fallo en la inteligencia: el matrimonio de los Rawlingses estaba basado en la inteligencia.
   Cuando se casaron eran mayores que la mayoría de sus amigos casados: estaban en sus bien avanzados treinta años. Ambos habían tenido otros asuntos, dulces más que amargos; y cuando ellos se enamoraron- para ellos “enamorarse”- se conocían de hacía algún tiempo. Bromeaban de que se habían guardado el uno para el otro “para lo verdadero”. Habían esperado tanto tiempo (pero no demasiado) para esto que para ellos era una prueba de discriminación sensata. Muchos de sus buenos amigos se habían casado jóvenes, y ahora (ellos sentían) probablemente se lamentaban de las oportunidades perdidas; mientras que otros, que continúan solteros, les parecen aburridos, dudosos y que parecen que quieren hacer matrimonios desesperados o románticos.

     * I think it should be written by a man and I’m sure that this is the beginning of the story.  


       NUMBER 12   Miguel

*In my opinion these paragraphs are the beginning of the stories.

     Bob Marks era un hombre decente, de buen corazón, a veces con imaginación. Después de haber arremetido contra él de aquella manera, dijo: “No tienes que ser tan dura con nosotros”. A continuación, él dijo: “¿Era ésta tu habitación cuando eras una niña?” Pensó que la mención de las travesuras sexuales me había molestado.

      Y yo pensé que sería bueno dejarle creer eso. Le dije que sí, sí, era mi habitación cuando yo era niña. Mejor hacer las paces de inmediato. Vale la pena tener momentos de bondad y reconciliación, incluso si la separación tiene que llegar tarde o temprano. Me pregunto si esos momentos no se valoran más, y deliberadamente desaparecen después, en las situaciones en que estamos algunas personas como yo, de lo que eran los viejos matrimonios, donde el amor y el rencor podrían crecer bajo tierra, tan confusos e inquebrantables, que debían parecer que estuvieron siempre allí.



     Ésta es una historia, supongo, sobre la falta de entendimiento. El matrimonio de los Rawling estaba basado en el entendimiento.

     Eran mayores que la mayoría de sus amigos casados cuando se casaron: bien entrados en sus veinte. Ambos habían tenido una serie de relaciones, más dulces que amargas, y cuando se enamoraron- porque se enamoraron- ya se conocían desde hacía algún tiempo. Bromeaban que se habían reservado para lo realmente bueno: Que hubieran esperado tanto tiempo (pero no demasiado) para esto tan bueno era para ellos una prueba de sabia elección. Buena parte de sus amigos se habían casado jóvenes, y ahora (les parecía) probablemente lamentaban las oportunidades perdidas, mientras que otros, aún solteros, les parecían secos, dubitativos y con posibilidades de caer en matrimonios románticos o a la desesperada.


     *Both stories are writen by women:  Alice Munro and Doris Lessing 



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